lunes, 30 de mayo de 2011

El lobo cumple un cuarto de siglo como especie protegida en Andalucía

***Esta información la publiqué ayer en la Agencia EFE***

La Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía declaró al lobo hace un cuarto de siglo especie estrictamente protegida, por lo que desde el año 1986 indemniza por los daños causados al ganado, casi siempre ovejas, una vez que las inspecciones periciales determinan que los daños no han sido causados por perros asilvestrados.

La declaración de especie estrictamente protegida viene motivada por el fuerte declive sufrido en la población de lobo, que hasta finales del siglo XIX se distribuía por toda Andalucía, aunque a lo largo de todo el siglo XX fue descendiendo por el uso intensivo de cebos envenenados, cepos, lazos y armas de fuego.

La Consejería de Medio Ambiente tiene contabilizada una población de entre 50 y 60 lobos en Andalucía, que habitan de manera permanente en las sierras de Andújar (Jaén) y de Cardeña y Hornachuelos (Córdoba).

Fuentes de Medio Ambiente han informado a Efe que en Andalucía se estiman en siete u ocho grupos familiares, cada uno de ellos compuesto por una pareja de lobos dominantes y varios subadultos y jóvenes, por lo que sobreviven entre 50 y 60, población que se reproduce todos los años, si bien no siempre es posible confirmar la cría.

La población de lobo, que parece mantenerse estable desde hace al menos una década, es más numerosa en la Sierra de Andújar, desde donde también se mueve por zonas aledañas de Ciudad Real, mientras que los lobos que habitan en las sierras cordobesas también pasan regularmente a la provincia de Sevilla.

Desde el año 2000 se lleva a cabo con carácter indefinido un programa de conservación del lobo a través de estudios genéticos-sanitarios, el asesoramiento a los pastores para prevenir ataques al ganado y el seguimiento de la especie para conocer sus áreas de campeo y zonas de expansión, el tamaño y la estructura de la población, la alimentación y los problemas de conservación.

En relación con el seguimiento de la especie, en Andalucía se están aplicando las mismas metodologías que en Europa y en Norteamérica, que consisten en llevar a cabo muestreos de campo basados en itinerarios a pie buscando rastros, estaciones de escucha de aullidos, esperas en puntos fijos para observar el pasado de animales, entrevistas a pastores y guardas de fincas y estudio forense del ganado.

Respecto a los problemas de conservación del lobo en Andalucía, desde Medio Ambiente se subraya que esta especie habita una región poco poblada y orientada a la gestión de la caza mayor y con muy poco ganado, por lo que el lobo es en su actual área de distribución poco dañino, comparado con el que habita en el norte de España.

Sin embargo, los daños ocasionados por el lobo al ganado se han reducido notablemente gracias a las medidas adoptadas en el programa de conservación de acuerdo con los ganaderos, como la incorporación de perros guardianes o la construcción de cercados protegidos para guardar el ganado por la noche.

No obstante, el nivel de conflicto con los ganaderos será bajo, según se explica desde Medio Ambiente, mientras se siga indemnizando por los daños ocasionados al ganado, por lo que de esta forma la conservación de la especie estará asegurada.

Además, otro problema de conservación de la población andaluza de lobos, según se apunta desde Medio Ambiente, es su pequeño tamaño y su desconexión con la gran población del norte de España, circunstancias que “le hacen vulnerable a la endogamia”, por lo que “es deseable su conexión con la población lobera de Guadalajara, o bien con la que existe en Portugal-Extremadura”.


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