lunes, 17 de enero de 2011

Santana se queda sin pretendientes

 “Santana se queda sin pretendientes”. El titular no es mío. Es el de una exhaustiva información firmada por el periodista Ginés Donaire en la edición digital de El País que habla sobre el delicado momento de Santana, ahora que los trabajadores han anunciado que vuelven a la carga, pues volverán a manifestarse el próximo miércoles en la capital jiennense tras haber amagado varias veces con movilizarse.

Y lo primero que me he cuestionado es si realmente alguna vez Santana ha tenido verdaderamente pretendientes fetén desde que la Junta de Andalucía se tuvo que hacer cargo de la propiedad de la compañía allá por 1994, año en el que Suzuki con su espantada le quiso dar jaque mate a Linares. Porque si ha tenido pretendientes ¿por qué no se han quedado definitivamente con la empresa? ¿Por qué no se ha materializado ese supuesto interés? Y eso que lo de la opción de compra de Iveco parece que iba muy en serio. Habrá que echarle la culpa a la crisis, que es muy socorrido.

Mira que Santana ha tenido consejeros de Trabajo o de Industria, y casi ninguno ha sabido dar con la tecla para venderla y para hacerla rentable. Desde Francisco Oliva, Ramón Marrero, Antonio Pascual, Gaspar Zarrías, Guillermo Gutiérrez, Francisco Vallejo, Martín Soler o Antonio Ávila. Alguno se me habrá olvidado. Francisco Vallejo y José Manuel Muriel acometieron la buena idea de poner en marcha el Plan de Diversificación y trocear así la plantilla de la automovilística, pero la crisis, la mala suerte o lo que sea parece que tampoco hacen despegar a la matriz y a las auxiliares. Y eso que se pusieron en este plan muchas y grandes expectativas. Había mimbres y había que diseñar los nuevos cestos industriales.

Ahora bien, la situación es la que es y no nos engañemos. Hay que reconocer que se venden pocos coches, entonces hay escasa carga de trabajo y, por consiguiente, hay un futuro poco claro para la compañía y para su parque de proveedores. Entonces hay regulación de empleo, incertidumbre, poca viabilidad y pérdidas en la cuenta de resultados. Y eso lo sabe casi todo el mundo. O lo debería de saber. Otra cosa es que se reconozca y se diga públicamente.

Y acabo. Siempre me quedará la duda de si se puede hacer algo más por esta empresa y por sus trabajadores. ¿Se podría mejorar la gestión en Santana para salvaguardar el futuro y garantizar la viabilidad de la empresa, si es que tiene porvenir? Debería de tenerlo por el bien de Linares y de su comarca.

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