En el Día sin Tabaco, que hoy se celebra, escribo un breve telegrama. Yo era un empedernido fumador, lo pongo en pasado porque espero y deseo que sea pretérito para siempre. Llevo seis meses sin fumar, sin darle una calada a un cigarro. Y no es fácil dejarlo. ¿Qué tendrá el tabaco que todos los días me acuerdo de él?
Ya tenía ganas de abandonar esta dependencia. El detonante definitivo para dejarlo fue cuando me intervinieron quirúrgicamente de urgencia. Desde entonces lo voy sobrellevando bien, mejor de lo que yo pensaba. Así que un consejo: es posible dejar de fumar. Eso sí, hay que concienciarse e intentarlo. Una sugerencia: si se deja no hay que bajar la guardia, ni relajarse. Hay que estar en permanente combate contra el tabaco para ganarle la partida. Se puede. Doy fe, al menos en estos seis meses.
1 comentarios:
Me alegro que lleves seis meses :), yo llevo 7 años y medio y a veces me sigo acordando, ya casi nunca, pero la guardia bajarla, nunca.
Ánimo, salu2
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