¿Indican que hay más triunfalismo para unos o hay más depresión para otros? ¿La balanza se inclina más por la euforia contenida o por tener los pies en el suelo por si salta la liebre? ¿Subrayan un estado de ánimo de horas bajas o una tendencia a la que se le puede dar la vuelta como a un calcetín? No estaría de más que se hagan públicas las que manejan los partidos políticos, pero las de pata negra, las realizadas con rigor y con solvencia. Aunque, como siempre sostengo, la mejor encuesta es la de la noche en la que se cuentan los votos.
jueves, 17 de febrero de 2011
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